La Casa Blanca con la bandera gay proyectada - Latercera.com
De la misma forma que con muchos otros derechos civiles que las generaciones venideras, espero, asumirán como parte normal de su vida en sociedad, la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en diversos países del mundo siempre ha sido fruto de una lucha por la igualdad, y un enfrentamiento contra ideologías cerriles y la pura intolerancia. El caso de Estados Unidos no es distinto, pero sí más trascendente porque se trata de la mayor potencia en exportación cultural y su influencia ideológica es indiscutible. Merece la pena, por tanto, conocer los detalles de su lucha.
La opinión pública estadounidense y el matrimonio homosexual
Se han realizado comparaciones de la legalización de la unión entre personas del mismo sexo y la de parejas interraciales. No hay duda de que, como derecho, se asimila por la propia materia legal, por la historia de intransigencia y por el absurdo de que no estuviera reconocido. Pero no por nada el matrimonio homosexual ha tardado casi medio siglo más en ser legalizado; ha costado mucho más que la homosexualidad deje de ser un tabú, y sólo desde la década de los 90 empezó a crecer el apoyo público en favor de la legalización: en 1996, únicamente un cuarto de los estadounidenses la apoyaba; en 2011,diversas encuestas (de GallupABC News y el Washington Post o la CNN) indicaron que más de la mitad se mostraba ya a favor, o que el 64% de los votantes demócratas y el 55% de los independientes decía estar favor del matrimonio homosexual, pero sólo era así para el 27% de los republicanos; y la propia Gallup ha revelado que el 74% de los votantes no tendría ningún problema para escoger a un candidato homosexual en las elecciones presidenciales de 2016.
el matrimonio homosexual en estados unidos
Miembros de la Iglesia Bautista de Westboro - A katz, Shutterstock
Mientras las principales asociaciones profesionales de psicológicos y psiquiatras, médicos y trabajadores sociales de los Estados Unidos han dejado bien claro que una familia cuyo núcleo es una relación homosexual no conlleva ningún perjuicio para nadie, muchos estadounidenses tuercen el gesto cuando les hablan de homosexualidad, no 

El 74% de los votantes de Estados Unidos no tendría ningún problema para escoger a un candidato homosexual en las elecciones presidenciales de 2016
digamos ya de su matrimonio. Son, sobre todo, personas con fuertes convicciones religiosas y poca instrucción científica, que basan su idea de lo que deben ser las relaciones personales en dogmas de la Edad de Bronce, literalmente. Hablan de la destrucción de la familia tradicional, de traumas inexistentes en niños criados por parejas homosexuales y de la pendiente resbaladiza que supone legalizar su matrimonio, que conduciría a la poligamia y el matrimonio grupal. No les agrada demasiado la libertad amorosa, vaya.