INSOLITO

POR MANUEL RODRÍGUEZ

mrodriguez@lahora.com.gt

La avalancha de menores de edad sin acompañantes que provocó en 2014 una crisis humanitaria en Estados Unidos podría repetirse en el presente año si las autoridades en Guatemala no adoptan de manera urgente las medidas y políticas necesarias que permitan cambiar drásticamente las condiciones de pobreza, violencia y subdesarrollo de miles de familias, principalmente en el interior del país, advirtió esta mañana el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Justo Solórzano, especialista en protección infantil de Unicef, se mostró preocupado porque una nueva oleada de menores de edad y familias guatemaltecas migrantes podría volver a colapsar la frontera Sur de EE. UU. con México, como sucedió el año pasado, ante versiones de que en la actualidad las condiciones han variado para los que intentan entrar de forma ilegal a territorio norteamericano y la poca acción del Estado para mejorar las condiciones de vida de estas personas.

“Puede haber una nueva ola de menores, nosotros estamos monitoreando con la Patrulla Fronteriza para saber cómo están la detenciones en la frontera. Nos preocupa. Hemos escuchado de los Gobiernos centroamericanos que se está filtrando en las comunidades que las cosas son ahora diferentes. Pero las cosas no han cambiado para los que quieren llegar a Estados Unidos. No hay ningún pase libre, no hay permisos”, expresó el delegado de las Naciones Unidas.

El entrevistado, además, criticó el endurecimiento de la vigilancia por parte de agentes fronterizos en la zona sur de México, ya que esta situación ha provocado que las rutas de tránsito de los menores migrantes en busca del “sueño americano”, se hayan modificado, abarcando otras zonas geográficas en el vecino país, pero incrementando los niveles de riesgo sobre posibles violaciones a los derechos humanos en su travesía.

Por último, Solórzano desafió a los candidatos presidenciales que actualmente están compitiendo en la contienda electoral, a incluir en sus planes de gobierno, las soluciones para afrontar el problema de la migración en Guatemala, tomando en cuenta que las causas son estructurales y que la segunda fuente de divisas del país son las remesas familiares que envían los millones de guatemaltecos radicados en Estados Unidos.

Hay que mejorar las condiciones de acceso a la salud, a la educación y a una vivienda digna, entre otras cosas. Por eso, desafío a los candidatos presidenciales para que digan claramente de dónde van a salir los fondos para implementar sus planes de gobierno y cómo van a procurar que se administren de forma transparente y sin corrupción, ante la ausencia de una política de Estado que evite que todo sea borrón y cuenta nueva en el próximo gobierno”, acotó el funcionario.

Entre el 1 de octubre de 2013 y el 30 de septiembre de 2014 (año fiscal en Estados Unidos) fueron detenidos 68 mil 541 niños que viajaban solos a aquella nación. De acuerdo con datos del gobierno norteamericano, la cuarta parte de estos migrantes eran guatemaltecos.

Esta masiva llegada provocó una “situación humanitaria urgente”, en palabras del propio presidente estadounidense, Barack Obama, con inmigrantes hacinados en centros de detención, en los que algunas familias permanecieron varios meses a la espera de audiencias en Cortes de inmigración.

Según estadísticas del Ministerio de Relaciones Exteriores, en 2015 se ha interceptado a 10 mil 500 menores de edad guatemaltecos no acompañados en la frontera de EE. UU. con México, un 47 por ciento menos que el año pasado.